Cierto es que existen tantas personas como problemas podemos encontrar en consulta. Los problemas de pareja, al igual que los individuales, pueden estar afectados o desencadenados por multitud de áreas, no obstante, cuando nos ponemos a analizarlos para trabajar en consulta, siempre hay 4 áreas en la que podemos englobarlos. Para poder detectarlos, debemos fijarnos en lo que hacen bien las parejas que resuelven sus problemas con éxito, estas son, las parejas estables. A continuación, pasamos a comentarlo:
Intercambio de refuerzos
Lo normal, es que, cuando comenzamos una relación, los dos miembros de la pareja tengan ganas de agasajar a la otra persona, aparezcan proyectos futuros en común (escapadas, actividades…), presenten muestras de cariño hacia el otro, y un sin fin de lo que, en psicología, llamamos reforzadores. Sin darnos cuenta, lo que conseguimos con esto es enganchar a la otra persona, hacerle sentir especial a nuestro lado. Las parejas con éxito suelen mantener los reforzadores, es decir, a pesar del tiempo, siguen alimentando la relación y haciendo al otro sentir único.
Comunicación
La voluntad por comprender al otro se mantiene intacta. Ambas partes son capaces de ponerse en el lugar del otro, entenderlo, dejar que se exprese sin sentirse atacados, y en base a eso, expresar lo que sientes. Conocen a su pareja y saben el momento oportuno en el que hablar, tanto de lo positivo como de lo negativo. Ante la adversidad, forman equipo, se sienten uno. Además, cuando uno de los dos tiene un problema, tratan de apoyar al otro, no de resolver su problema. Por último y no menos importante, dan muestras de interés hacia lo que le ocurre al otro, hacia sus intereses e inquietudes.
Solución de problemas y toma de decisiones
Muestran un método válido de solución de problemas y toma de decisiones. Un ejemplo muy claro de esto sería, aquellas parejas en las que, cada uno ocupa el papel en el cual se siente cómodo, ninguno siente que aporta más que el otro. No estamos hablando de, por ejemplo, repartir las tareas domésticas al 50% literalmente. A pesar de no ser así, si ambos miembros de la pareja se sienten satisfechos con la distribución de roles, no van a existir conflictos internos a nivel individual y ninguno va a percibir un abuso por parte del otro.
Negociación
Punto importante a tratar, pues existe mucha confusión en esta área. Las parejas deben negociar poco, en la línea de que «si yo hago esto, tú haces lo otro». La explicación es que, al fin y al cabo, debemos actuar porque así lo consideramos, sin esperar que el otro haga determinada cosa a cambio. De lo contrario, entraríamos en el terreno del «yo esperaba que sin decirlo hiciera….». No debemos presuponer que el otro, sin decírselo explícitamente, debe saber lo que quiero que haga. A pesar de que no es bueno tener muchos temas a negociar en pareja, si hay uno o dos temas importantes, en los cuales se opina diferente y pueden ser foco de problemas, no debemos ceder, hay que negociar.
Una vez tenemos claras estas características, podemos saber dónde estamos fallando, en el caso de tener un problema de pareja, y saber cómo empezar a solucionarlo.